Se trata de la reforma de un local, situado en los bajos de un edificio de viviendas del municipio de Portugalete, para convertirlo en trasteros para almacenaje de enseres domésticos. Se compone de 20 trasteros dispuestos a ambos lados de un distribuidor lineal. Todos son rectangulares y tienen una superficie entre 5 y 7 metros cuadrados.

Este local, que estaba en desuso, se ha reformado para convertirlo en 20 trasteros para los vecinos de la zona. Un proyecto que ha conseguido revalorizar el local y dar servicio a los propietarios de las viviendas, tanto del propio edificio, donde se encuentra el local, como a los vecinos de los edificios contiguos, todos ellos sin trasteros.